jueves, 28 de febrero de 2013

The Story of The Stuff and The Shameful Lack of Spanish Engineers Literacy in Sustainability



Annie Leonard is one of those important guys featured on the (en)rich list <http://enrichlist.org>. This short video is a condensed film version of a longer documentary, it is truly inspirational and describes the life cycle of products from cradle to grave. It is like a simple primer to a new discipline called Industrial Ecology, whose principles I could learn in my Masters degree in the School of Natural Resources and Environment (SNRE) http://snre.umich.edu/ at the University of Michigan. Leonard frames the story of stuff embedded in Western capitalism system and she critizes how things are working (not working) in the US with a focus in consumerism. 

The lack of sustainability nowadays is a very complex system, but in my opinion, growth and its son, extreme consumerism of goods, is in the very root of the unsustainable path we are immersed in. On the other hand, since we are not living in a linear world, we tend to undervalue the consequences of industrial processes, pollution and we do not fully understand synergies between products and the environment. One of the reasons of society not being aware of how unsustainable is our miserable life is that prices do not reflect the true cost of producing the stuff that fill our houses, basements and, ultimately, garbage bins. Another reason is the lack of culture and values (amplified by mass media) so typical in this early 21st century, that at the same time makes the people insensitive to environmental justice issues and cross cultural empathy. Corporate lobbies, weak governments, lack of transparency and corrupt politicians make up the rest of factors influencing unsustainable development.

Obviously, there are a wide range of solutions to reduce our environmental footprint http://www.footprintnetwork.org, and many of them deal with improving our behavior, policy, planning and technology. But none of them will come true if we do not improve our culture, education and citizenship values.When I was student at Universidad Politecnica de Valencia and Universitat de Lleida I missed the big picture of the world that anglosaxon educational system provides to the student. In Spain our University neither supply us with the tools to become proficient and conversational in discussing "big picture issues" nor gives us the confidence to "think out-of-the-box". We, Spaniards Engineers, are like Renaissance Men, engineers that will solve all the problems we face, in our particular little technical worlds: Civil Engineers will focus just in infrastructure construction, Forestry Engineers just in afforestation, Environmental Licenciados in everything/nothing (?!), etc... We are prisoners of our own success after long decades of a dictatorship that put a premium on sharp engineers who could solve every silo of reality. However, after 35 years of democracy in Spain, we still are fighting for exclusive competencies through our Colegios Profesionales, and in my opinion we still do not dare to cross certain boundaries, not even in coffee chats. Where is the "System Thinking for Sustainability" that must be the consequence of our education? Where is the humanistic training? WHERE ARE THE (GREEN) JOBS IN THIS F***ING COUNTRY?

To be continued...
Vzcde. Ambient.


lunes, 18 de febrero de 2013

¿Por qué los nuevos MBAs se cargarán el mundo?

Viñeta de El Roto. Publicada en El País 18-02-2013

Es enternecedor ver cómo pululan por las bibliotecas de Ann Arbor, sede de la Universidad de Michigan en EEUU, grupos -gangs- de sophomores en el Bachelor of Business Administration, cortados con el mismo patrón. Se muestran dinámicos, agresivos y concentrados en desvelar los entresijos del funcionamiento del capitalismo, ahora que ya ha llegado al pináculo de "único sistema económico válido". El comunismo va para un cuarto de siglo que ha pasado a la historia, demolido por los vecinos de Berlín Este, ante las miradas pusilánimes y bobas de las fuerzas de seguridad de la RDA. ¿Quién quisiera compartir un WC con 5 familias en uno de esos bloques cerca de Karl Marx Platz?
Lo mismo sucede con esas futuras promesas, adalides del capitalismo del siglo XXI, los estudiantes de MBA -hermanos mayores de los anteriores sophomores- que se empeñan en descubrir el Santo Grial de esa gran institución del siglo XX: la corporación multinacional norteamericana. Para estos últimos lo único que cuenta es la dimensión que el becerro de oro ofrece de la realidad, su sueño es hacer una fortuna, ser los CEO más laureados y hacer una portada de la revista Forbes. Para los primeros, su deseo es meterse un par de años en la consultora McKinsey y luego cursar un MBA, si puede ser en Harvard, o sin salir de Michigan, que tampoco está tan mal la Ross School of Business.
Muchos de estos analistas que llegan a McKinsey ni siquiera vivieron la caída del muro de Berlín. Ni siquiera tuvieron que discutir con algún amigo sobre qué sistema es mejor, capitalismo o comunismo. No habían nacido. Ésto evidentemente no significa que no estén al corriente ni que no hayan leído a Marx.
Son los aprendices de brujo de un sistema único, sin un Némesis, sin enemigo o rival que te obligue a replantearte cosas en sana competencia por los recursos. Nada hay que consensuar ni debatir con otros, ya que somos los únicos y vencedores: en el plano económico, político y cultural. De ahí viene la insensibilización del sistema en el que estas personas se forman para el futuro. Ellos son paradigma de éxito, los que se verán abocados a gestionar la creación de valor para la corporación norteamericana, con una jurisdicción de facto global, apoyados por una Administración y unas Fuerzas Armadas que ya no tienen por qué andarse con farragosas negociaciones con otras culturas ni civilizaciones en caso de conflicto. Estos MBAs están arropados con todo ésto y se creen literalmente que en todo el mundo funciona su sistema y que es el cimiento para el crecimiento y desarrollo.

Creo que la insensibilización de la economía de mercado y de su amo y señor, los EEUU, ha creado una generación de jóvenes que, en su mayoría, se muestra también insensibles al dolor, a las desigualdades y al atropello de los derechos humanos. La economía de mercado hipócritamente es más respetuosa con los que se identifican con ella que con los que son más distintos. Las ideologías han pasado a un segundo plano y ahora lo que marca las distancias éticas y morales son las relaciones de identidad. Que no esperen los árabes recibir el mismo trato  y derechos humanos que los ciudadanos de New Hampshire en caso de conflicto. Serán aplastados igual que una nación grande como Irak, y luego mirarán hacia otro lado cuando vean que el desastre es tan grande que ni sus recetas de capitalismo, palets de billetes y corrupción, resuelven nada.
De lo macro a lo micro, el comportamiento del señor feudal (EEUU) impregna a sus protosúbditos más distinguidos: los MBAs, que nacen, crecen, y se desarrollan con una escala de valores en la que predomina el dinero sobre todo lo demás. Eso unido a la carencia de unos contra-balances que nos hagan replantearnos nuestros valores nos lleva a una fase de transición. No hay ninguna referencia en el pasado, ni escala de valores perdidos que nos sirva. Como dice Amin Maalouf: "de lo que se trata no es de volver a encontrar, sino de inventar. No es preconizando un retorno ilusorio a conductas de antaño como podremos plantarles cara a los retos de nuestra era".
Hay algún rayo de luz, como por ejemplo los que se muestran más convencidos de que se puede "reverdecer" a los negocios, que se puede hacer "una fortuna en la Base de la Pirámide" y los que se centran en la "ética". Esos brotes verdes ayudan, pero están encorsetados por un sistema y por unas corporaciones que aún no han mutado a lo que se vendrá en el futuro.
Como he dicho al principio, ahí en la mesa de al lado de este atestado Starbucks están los futuros MBAs, haciendo piña como siempre entre ellos, orgullosos de sus carpetas rotuladas con "The Ross School of Business" y un poquito mirando a los demás por encima del hombro. ¡Qué manía con el rollo de la identidad!. ¿Qué hago yo no haciendo un MBA en el mundo en que vivimos? Si al menos pudiera acceder a su super gimnasio en la Ross... Este maldito Master en Recursos Naturales y Medio Ambiente me ha hecho bajar un escalón. Dammed!!! Corro a matricularme en el MBA que Admissions debe estar vacío ahora a la hora de comer.

lunes, 11 de febrero de 2013

LAS FINCAS DE LA DIPUTACIÓN. UNA BURBUJA MEDIOAMBIENTAL EN LA PROVINCIA DE ALICANTE




El presunto anteproyecto de venta de los montes de Utilidad Pública de Castilla La Mancha, por parte de María Dolores de Cospedal, ha puesto de actualidad un debate sobre la conveniencia o no de que las Administraciones Públicas sean propietarias de fincas.
Los Montes de Utilidad Pública gozan de un estatus de protección y forman parte de un catálogo administrativo, el Catálogo de Montes de Utilidad Pública, que los funcionarios del Cuerpo de Ingenieros de Montes se inventaron para salvarlos del proceso de desamortización hace exactamente 150 años. Estar inscrito en este catálogo suponía la protección de ecosistemas que hubieran sido radicalmente transformados en campos agrícolas, y supuso el germen de la conservación de la naturaleza en España. Muchos de esos MUP hoy albergan figuras de protección de la red Natura 2000 que evidentemente no estarían ahí sin la labor de zapa de aquellos ingenieros forestales que salvaron de la quema parte de la riqueza natural de nuestro país. Quede para la posteridad la ignominia de aquellos que ahora, tras la orgía de despilfarro en la que hemos vivido, se plantean liquidar este patrimonio de todos los españoles con el peregrino argumento de que “todo lo que tiene comprador se vende”.
Sin embargo, me referiré al caso especial de las fincas de la Diputación. La Diputación de Alicante es propietaria de más de 1000 hectáreas de monte. La mayoría de estos terrenos agrícolas y forestales se encuentran concentrados en el interior montañoso de la provincia, principalmente en las Sierras de Salinas, Maigmó y Mariola. Se trata de montes patrimoniales de la Diputación de Alicante, escriturados a su nombre tras un proceso de compra-venta, que nada tienen que ver con los Montes de Utilidad Pública que la Presidenta de Castilla La Mancha pretende vender. Las fincas de la Diputación se adquirieron a principios de la década pasada y sirvieron como campo experimental para la realización de inventarios de fauna y flora, estudios y proyectos de ingeniería forestal, etc. Asimismo se dotó a los montes de infraestructuras y de planes de ordenación para conseguir, entre otros objetivos, la reducción del riesgo de incendio forestal. De todo esto hablo con conocimiento de causa porque, un servidor, tuvo la oportunidad profesional de trabajar hace una década codo con codo con los funcionarios de la Oficina Técnica de la Diputación en dichos proyectos.
Probablemente, y merced a todas estas atenciones, las fincas provinciales se hayan salvado del fuego, las plagas y la especulación urbanística. No sólo eso, sino que los montes provinciales han lucido un aspecto envidiable en comparación con el abandono manifiesto de los montes privados y en manos de la Administración Autonómica y no hace falta ser ningún experto para darse cuenta de ésto. Sin embargo, y ahora viene el "pero", en 2003 hay un punto de inflexión cuando el Presidente José Joaquín Ripoll, con su cuñado Alejandro de la Vega ocupando el cargo de gerente en el Área de Medio Ambiente, creó una empresa pública (www.alicantenatura.es) para la gestión de los, eufemísticamente llamados, Espacios Naturales Provinciales. Lo que antes se gestionaba contratando profesionales autónomos y dando trabajo en los términos municipales afectados, ahora es monopolizado por una empresa. Todos sabemos los gastos aparejados a una empresa de estas características: flota de vehículos, una pléyade de personal en nómina, auditorías externas, existencia de consejero delegado, dietas, reuniones, etc… Con la excusa de dar flexibilidad a unos “farragosos” trámites burocráticos que no eran tales, se crea un tinglado político-administrativo artificioso, un verdadero Leviatán, que ninguna falta hace y que necesita engullir millones de euros al año del contribuyente. ¿Nos podemos permitir semejante gasto? ¿Cuándo va a llegar el ajuste “por la vía del gasto”, que hemos sufrido en el sector privado, a departamentos como éste de la Diputación?
Bajo las actuales circunstancias no se justifica que una Diputación sea propietaria de montes, y si no los tiene que tener, tampoco se necesita una empresa pública para proveer servicios que el mercado puede proveer. Ha quedado acreditado que el “irresistible gasto en la Administración Pública” no es cosa de la izquierda política, y mientras haya para despilfarrar, cualquier pesebre político es apetecible para colocar adeptos. Además, no se puede tener a toda esta estructura de empresas y técnicos mirándose el ombligo en sus propias fincas. La Diputación debe de estar al servicio de los Ayuntamientos pequeños que son mayoría en la provincia de Alicante. Mantener inercias de funcionamiento sin tomar ninguna medida de ajuste transmite la idea de que la crisis afecta desproporcionadamente más al sector privado que al público. Esto es intolerable y refuerza la idea de la ciudadanía de abrir una “causa general” a las Diputaciones Provinciales en cuanto cambie el gobierno, muy a pesar de la Ley de Reforma de la Administración Local de Rajoy. Desde luego, con razón.