Búsqueda de trabajo: Pesca de Arrastre y Zona de Confort

Ya me diréis si os ha pasado a vosotros ésto que cuento a continuación. Para los que nos pasamos incontables horas delante de nuestro ordenador metiéndonos en infinidad de webs de empleo, empresas, organizaciones, etc., llegado el momento, nos enfrentamos a un reality-check despiadado que nos hace replantearnos la estrategia:

¿y si debo modificar (por enésima vez) el CV?
¿y si vuelvo al trabajo de comercial? -al fin y al cabo no hay tanta escasez de trabajos en ventas, y son los mejores, por otro lado, debo admitir-
¿y si redacté mal la Carta de Presentación?

Al principio del proceso, fuimos selectivos, sólo aplicábamos a aquellas ofertas que encajaban al 100% con nuestros deseos, pero, cual metamorfosis que obra en nuestro ser, el paso de larva a pupa, y de ahí a mariposa, nos dimos cuenta de que habría que apuntar y disparar a cualquier posición cuyos requisitos se adecuaran a nuestro perfil. Ésto es la "pesca de arrastre": antesala de la desmotivación.
Pero cuidado con la "pesca de arrastre", hay empresas que "capan" o meten un "techo" de applications por tiempo. Este es un ejemplo de estrategia para capar al pescador de arrastre que me pasó a mi ayer mismo:

¡No veas el mosqueo que me pillé!
Y es que, igual que "Españoles por el mundo" ha hecho mucho daño, también los pescadores de arrastre han perjudicado sobremanera a los pescadores selectivos (y sostenibles). Las empresas, hartas de las agencias de colocación que inundan de candidaturas, como un tsunami, los departamentos de RRHH, han decidido penalizar a todos por igual. Pagamos justos por pecadores. Lamentable.


Así pues, tras confrontar nuestros resultados con la dura realidad, nos queda la evidencia de que algo no marcha. Las largas esperas en casa, erotizados en sueños con final feliz, anhelando alguna noticia de aquel-CV-que-envié-hace-15 días no sólo no funcionan sino que son perjudiciales para nuestra salud mental. Lo de "por las mañanitas busco, y por la tarde al gimnasio o bici" funciona unos pocos meses, pero a la larga nos mete en un vórtice de rutina que nos desmoralizará. En los tiempos en que vivimos, no nos queda otra que salir de nuestro círculo de confort, lo que los americanos llaman confort zone. Las entrevistas, y eventualmente las ofertas, llegarán antes a nosotros via networking, que esperando y soñando desde el sofá de nuestro hogar. Como me dice un amigo que vive en Washington: el wifi de tu casa no sirve, es mejor montar "la oficina" en cualquier starbucks y hablar con la gente (creo que se refiere a cualquier starbucks fuera de España, claro).

¿ Emigrar = salida de nuestro círculo de confort?


A este paso, este otoño seremos testigos de cómo las páginas salmón de los principales periódicos españoles se tornan en "prontuarios para el buen emigrante". Y si no me creéis, echarle un ojo al suplemento Negocios del diario El País de la semana pasada, quedé alucinado del pesimismo que rezumaban sus páginas. Dentro de poco, en lugar de suplemento de Negocios se llamará "Emigration for Spaniard Dummies".

¿Es esta la alternativa de futuro que el régimen de la Transición nos propone?

Bueno, eso es harina de otro costal. Espero haberos deprimido sólo lo justo.
Saludos cordiales,

VZCDE. AMBIENT.